Las contracturas musculares y los cuadros de rigidez articular, constituyen procesos generalmente sin peligro, pero que pueden interferir de manera importante en el desarrollo de nuestra vida cotidiana. Las contracturas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo que contenga músculo pero en este caso, vamos a centrarnos en las contracturas cervicales, ya que son una de las que más se dan en los seres humanos de ahora y, aunque no presentan riesgo mayor, si que pueden llegar a convertirse en un problema para aquel que lo padece.
¿Qué es la contractura cervical?
Es la contracción en la región cervical de forma persistente e incontrolable de un grupo de músculos o un músculo. La contracción muscular en esta región provoca la compresión de los vasos sanguíneas que se encargan de aportar el flujo sanguíneo en el área afectada, lo cual causa aún más contracción muscular. El músculo más comunmente afectado es el trapecio.
¿Qué causa la contractura cervical?
Usualmente se debe a malas posturas mantenidas por mucho tiempo o al uso frecuente de los músculos de esa área.
Es muy común en personas que mantienen la postura de cabeza fija por mucho tiempo.
Ejemplo de de actividades que utilizan esta postura:
- Personas que estan mucho tiempo enfrente de la computadora. (muy frencuente en profesiones que requieren este tipo de actividad como capturistas, programadores, etc)
- Personas que su trabajo consiste en manejar por periodos prolongados.
Otras causas son el latigazo cervical (el cual es muy comun en accidentes automovilísticos), hernia discal y la artrosis.
¿Cuáles son los síntomas de la contractura cervical?
La contractura cervical es muy fácil de reconocer, ya que se presenta en forma de molestia o dolor persistente en la región cervical. El dolor puede ser ocasional o bien convertirse en algo continuado igualmente, sentir el mismo puede resultar muy desagradable y afectar notablemente en las funciones que tenemos que desempeñar en el día a día. A continuación, vamos a citar los síntomas que podemos presentar con una contractura cervical:
- Dolor fuerte en el músculo de la región cervical
- Pinchazos agudos
- Hinchazón
- Sensación de hormigueo
- Calor fuerte en la zona
- Postura antiálgica: El paciente intenta evitar el movimiento del cuello para no aumentar el dolor. A veces para mirar una persona mueve el tronco, en lugar de mover el cuello.
- Al tocar el área afecta se palpa una superficie dura.
Como vemos, y al igual que en otras muchas ocasiones, los síntomas no son exclusivos de la contractura cervical sino que podrían deberse a otras muchas circunstancias no obstante, sí que debemos tenerlos en cuenta en el momento en que se presentan en esta zona, ya que es más que probable que se deban a ello.
Por norma general, la contractura cervical no es grave de hecho, casi todas las personas la pueden llegar a padecer en un momento concreto de su vida. No obstante, es importante que cuando presentemos este tipo de dolor acudamos a un especialista para que nos haga una revisión.
Las contracturas musculares por lo general no son peligrosas y algunas personas ni siquiera pasan por consulta, debemos saber diferenciar entre una contractura cervical pasajera y una contractura cuyo dolor persiste y se hace cada vez más fuerte, ya que podemos encontrarnos con alguna que se llegue a convertir en un verdadero problema a la hora de realizar nuestras funciones diarias.
Tratamiento para la contractura cervical persistente
- Debes guardar reposo moderado, prohibido hacer actividades que tenga el riesgo de un movimiento brusco del cuello, se puede usar un collarín para evitar más lesiones (no usuarlo más de 2 días)
- Aplicar calor seco en el área: una manta eléctrica es lo ideal por 5 minutos durante 5 a 10 veces al día segun la intensidad de la molestia.
- Uso de medicamentos para el dolor (los anti-inflamatorios no estiroideos como el meloxicam)
- Uso de relajantes musculares , hay medicamentos que tiene el anti-inflamatorio y el relajante muscular juntos (como dolocam plus, es el nombre comercial), este tipo de medicamento disminuye la contractura, por lo caul disminuye el dolor.
Una vez que mejora el dolor se debe acudir con un fisioterapeuta para realizar los ejercicios indicados para mejorar la circulación a los músculos que están afectados.
Como ocurre en otras enfermedades, el mejor tratamiento siempre es la prevención. Un ejercicio moderado a lo largo de toda la juventud que se mantiene durante la madurez es muy rentable a la hora de retrasar los síntomas de limitación funcional y articular. Igualmente el periodo de calentamiento antes de emprender cualquier actividad deportiva es fundamental para prevenir la aparición de estas contracturas funestas en lo que se refiere a la movilización posterior de la articulación y, consecuentemente a la práctica del deporte. Asimismo, es conveniente realizar un periodo de “enfriamiento” durante el cual se lleva a cabo una reducción gradual de la actividad física antes de proceder al cese completo de la misma.
En el caso de que la contractura cervical aparezca o cualquier otra molestia relacionada precisamente con las contracturas es imprescindible que acudamos al especialista para que nos dicte una tabla de ejercicios y movimientos a realizar (con el correspondiente rango de reposo) para que la contractura en sí se suavice y llegue a terminar. No obstante, como hemos comentado antes, es bueno que llevemos una vida normalizada y sana sin tener que levantar grandes pesos o realizar movimientos demasiado bruscos.
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