Ya hemos hablado en una ocasión de la hernia discal. Una hernia de disco es un trastorno de las vértebras que forman la columna vertebral de nuestra espalda y que puede llegar a causar un gran dolor a la persona que la padece. Este tipo de molestias afecta a todo el cuerpo, ya que la espalda es el tronco que sostiene nuestro esqueleto por tanto, cualquier alteración que pueda sufrir ésta, se verá reflejada en el resto del cuerpo.
Los síntomas de la hernia de disco son muy característicos pero a la vez, pueden llegar a confundirse con cualquier otra molestia que pueda sufrir nuestra columna vertebral en un momento dado. No obstante, la fuerza con la que presiona este dolor a la misma y los pinchazos de dolor que se pueden ocasionar, es el distintivo que hace que una hernia de disco, se diferencie del resto de dolores.
¿Cuáles son los síntomas de la hernia de disco?
Los síntomas de la hernia de disco pueden comenzar con una lumbalgia sobre todo, si se trata de un fuerte dolor en la región lumbar de la espalda. Después, esta conocida lumbalgia comienza a viciarse en un dolor articular que afecta al resto de los nervios que componen la columna vertebral. A continuación, queremos puntualizar algunos de los síntomas más característicos de la hernia de disco:
- Dolores al moverse o al permanecer mucho tiempo en la misma postura
- Dolor agudo al toser o hacer algún tipo de esfuerzo
- Pérdida del equilibrio
- Hormigueo en las extremidades
- Comienzo de ciática
Estos son algunos de los síntomas más específicos de la hernia de disco aunque pueden originarse muchos más. Para determinar exactamente si tenemos o no una hernia discal, tendremos que acudir a nuestro médico para que sea él quien nos termine de diagnosticar nuestro problema.
Los síntomas de la hernia de disco también se dan en la región cervical en este caso, estaríamos hablando de la hernia cervical que es la que sucede en la parte del cuello o en la parte baja del mismo. En este punto, los dolores son exactamente los mismos pero están situados vértebras y huesos más arriba que en la hernia lumbar que es la que pertenece al lumbago.
Una hernia de disco puede ser muy dolorosa y el paciente a menudo, puede sentir episodios de dolor muy fuertes por tanto, es importante que el médico haga una revisión completa para determinar bien su caso y darle el mejor consejo para su pronta recuperación.
Si no existen mayores complicaciones, una hernia de disco se puede curar perfectamente con un tratamiento conservador que es el menos complejo. Hasta un 90% de las personas que la sufren suelen recuperarse con este el cual, consiste en la administración de analgésicos y un reposo absoluto.
La hernia de disco también puede ser intervenida por cirugía para esto ocurre únicamente cuando ya hemos agotado los recursos anteriores. Cuando el médico ve que su paciente no avanza y que ni con los medicamentos ni el reposo ni tampoco las revisiones necesarias hay una mejoría éste, pasa a la intervención quirúrgica.
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