El lumbago es el dolor que se siente en la zona lumbar o inferior de la espalda. Esta zona de la espalda. Esta zona sufre mayor estrés durante los movimientos de giro o de levantamiento de objetos, de forma que es más fácil que se vea sometida a mayores tensiones. El lumbago produce dolor y espasmo muscular, haciendo que los movimientos sean dolorosos e incluso en ocasiones, prácticamente imposibles. Sin embargo, el 90% de los casos se recuperan espontáneamente en una o dos semanas, o bien con un mínimo tratamiento. No obstante, cuando se tienen este tipo de dolores es importante conocer a qué se deben por eso en esta ocasión os traemos los síntomas de la lumbalgia.
¿Cuáles son los síntomas de la lumbalgia?
- Dolor muscular intenso
- Hinchazón de los músculos
- Dolor general en el cuerpo
- Pinchazos puntuales
Sin embargo, es muy complicado decir exactamente a qué se debe la lumbalgia y dar un diagnóstico específico así a primera vista, ya que debe ser revisado por un médico por eso, es muy importante que siempre que tenga un dolor intenso en el lumbago acuda a su especialista para que le determine la causa por la cual tiene ese dolor.
Los síntomas de la lumbalgia son complicados de localizar en una primera vista simplemente porque aunque la mayor parte de las veces está directamente asociado con la espalda, no necesariamente tiene que estar relacionado con la misma, ya que puede deberse incluso, a un dolor más interior como puede ser algo relacionado con los órganos internos u otro tipo de enfermedad mayor que hace presión en esa zona y produce así, una lumbalgia.
¿Cómo se produce una lumbalgia?
La lumbalgia se produce casi siempre por situaciones que dañan o afectan a la espalda, aunque puede producirse por otros motivos médicos. El curvarse o hiperflexionarse, así como levantar pesos, sobre todo si se soporta un peso adicional en los brazos, en la espalda o en los hombros, pueden producir aumentos o sobrecargas de tensión sobre la espalda e incluso, sufrir daños musculares.
Estas tensiones a las que se ha visto sometida la espalda, normalmente hacen su aparición en unas pocas horas tras el esfuerzo, produciendo dolor de espalda, así como rigidez que dura durante uno o dos días; en los casos en los que el daño ha sido importante, estos dolores y molestias pueden durar considerablemente más tiempo.
Algunas enfermedades inflamatorias, como por ejemplo la espondilitis aquilopoyética, producen dolores de espalda recurrentes y persistentes, que son peores por las mañanas. La osteartritis, puede producir lumbago. En esta enfermedad, al igual que en la anteriormente citada, los dolores de espalda pueden ser prácticamente continuos.
Los tumores primitivos de la columna vertebral, o bien las metástasis cancerígenas secundarias también pueden producir lumbago, como también pueden producir aplastamiento de una vértebra, a consecuencia de una caída o accidente.
En los ancianos el contenido proteico y mineral de los huesos está disminuido. Esta situación, conocida como osteoporosis, debilita los huesos, haciendo la artritis más dolorosa y existiendo mayores posibilidades de que se produzcan fracturas por comprensión, siendo también todo esto una causa frecuente de los síntomas de lumbalgia en los ancianos.
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