Después de haber recibido un tratamiento para solucionar problemas en la columna vertebral, puede ser necesario usar una faja lumbar para evitar futuras lesiones en tu columna lumbar.
Aunque para muchas personas es incómodo utilizar este tipo de implementos, es conveniente usarlos para evitar que los huesos se desplacen y para proporcionarle el apoyo adecuado a la columna vertebral.
La faja lumbar puede utilizarse para corregir las deformaciones en la columna vertebral, así que si has recibido un tratamiento para este tipo de lesiones, es importante que uses la faja.
¿Qué es una faja lumbar?
La faja lumbar es un implemento que se utiliza para darle soporte tanto a la estructura muscular como a la estructura ósea de la columna vertebral.
Hay dos tipos de faja lumbar, las rígidas y las suaves. Las rígidas se utilizan para impedir que se realicen movimientos, mientras que las suave son utilizadas para mantener la estructura muscular en su lugar cuando realizamos algún tipo de movimiento.
Faja lumbar suave:
La faja lumbar suave o corsé suave suele usarse para sostener los músculos de la espalda baja. Por lo general, es usada por las personas que tienen artritis en esta parte del cuerpo o que han sufrido alguna lesión en la columna. Una de las principales ventajas de este tipo de fajas, es que puede proporcionar alivio de los dolores la espalda.
Estos corsés también pueden utilizarse para limitar el rango de movimiento de la espalda y para mejorar la postura corporal.
Recomendaciones para el uso de la faja lumbar
Procura no utilizarla permanentemente. Cuando el cuerpo se acostumbra a ella, los músculos pueden empezar a debilitarse. Lo ideal es usar la faja lumbar para tareas específicas, por ejemplo cuando estás haciendo actividades que exigen esfuerzos físicos y en las que la espalda está expuesta al contacto o al movimiento excesivo. Una vez las termines, procura quitar la faja.
Otro de los aspectos a considerar, es que el uso de la faja lumbar debe estar acompañado por un programa de ejercicios para fortalecer los músculos. Hay rutinas encaminadas específicamente al fortalecimiento lumbar, pero como este programa puede tardar meses en surtir efecto, es necesario empezar a utilizar la faja para sostener y mantener la columna vertebral en la posición adecuada.
Por lo general, la faja lumbar se usa después de los procedimientos quirúrgicos que se realizan en esta parte del cuerpo, esto se hace para prevenir que los músculos empiecen a deteriorarse y a fatigarse durante el proceso de recuperación.
- Si has recibido una cirugía para corregir algún problema de la espalda, deberías usar la faja lumbar por lo menos durante las 6 semanas siguientes al procedimiento.
- En los primeros días de tu proceso de recuperación después de una lesión en esta parte del cuerpo, es recomendable que uses la faja cuando estarás acostado por más de 15 minutos o cuando sientas que la necesitas.
- Usa la faja cuando se necesite que tu cuerpo permanezca en una misma posición para favorecer el proceso de cicatrización de una lesión.
Faja lumbar rígida o TLSO
Las fajas rígidas se usan para complementar o para reemplazar los procedimientos quirúrgicos cuando la estabilidad de la columna vertebral no es la deseada. Por ejemplo, algunas fracturas de columna son tratadas si cirugías pero se necesita una forma para dale equilibro a la estructura de soporte de nuestro cuerpo.
La función de las fajas en este caso es inmovilizar los huesos y los músculos para que la fractura se sane de la forma adecuada y no se repita en el futuro. En estos casos, el uso de la faja debe extenderse por lo menos durante 3 o 4 meses y se debe poner cuando la persona está más de 10 minutos por fuera de la posición de reposo.
Los siguientes son los factores que pueden hacer que necesites usar una faja lumbar:
- Haber recibido un procedimiento quirúrgico para corregir alguna lesión en la columna.
- Inestabilidad en la columna.
- Dificultades en la formación y la estructura ósea
Las fajas rígidas también se usan para corregir y tratar la escoliosis en las personas que se encuentran en proceso de crecimiento. Aunque puede no ser un remedio definitivo, se llega a corregir en gran medida la curvatura de la columna.
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Desventajas de la faja lumbar:
Como ocurre con cualquier tipo de tratamiento, el uso de faja lumbar también puede tener ciertas desventajas, entre las que podemos encontrar las siguientes:
- El uso permanente de una faja puede debilitar tanto la estructura muscular como la estructura ósea de la región de la espalda si te excedes en el uso de este implemento.
- En algunos casos y dependiendo de la lesión, el uso de la faja puede ser mucho más doloroso que la lesión en sí misma. Cuando esto pasa, es fundamental que verifiques si el tamaño y la textura son adecuados para el problema que intentas tratar.
- Como lo mencionamos anteriormente, la efectividad del uso de la faja también depende del programa de acondicionamiento muscular que se lleve. Es indispensable realizar actividad física moderada y controlada para que los músculos vuelvan a fortalecerse y recuperen su rango de movilidad.
- Otro punto importante que debes considerar es que las fajas pueden proporcionarte una sensación de seguridad y soporte para realizar ciertas actividades, pero si te excedes puedes empeorar seriamente la lesión que intentas corregir.
¿Cuándo debe usarse una faja lumbar?
El uso de las fajas depende de la frecuencia y la intensidad del dolor que sientes. Solamente debes usarlas en los momentos que se presentan los dolores agudos.
También se deben usar cuando se permanecerá durante mucho tiempo en la misma posición o cuando se está a punto de realizar actividades físicas que involucran el movimiento de la estructura de la espalda.
Para las personas con dolor crónico en la espalda, se recomienda usarla como medio de prevención de los episodios de dolor.
Una última recomendación, es verificar si se trata de una afección degenerativa o si se trata de una lesión de disco antes de considerar el uso de las fajas lumbares, de esta manera pueden evitarse complicaciones en el futuro.
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